jueves, 15 de mayo de 2008

BACHELET DOWN UNDER

¿Qué ha sucedido para que el gobierno de Michelle Bachelet caiga día a día en las encuestas y disminuye su apoyo?

Permítanme algunas hipótesis.

La primera es que a veces pareciera que no ha gobernado del todo, es como que hiciera camino al andar. El trabajo primordial de los gobiernos es engendrar orden. Un buen gobierno reduce la contingencia, establece certezas, organiza la línea intangible que separa lo legal de lo ilegal. En una frase, un buen gobierno disipa las sombras del futuro. Pero nada de eso ha hecho la Doctora Bachelet. Al contrario, a veces parece empeñarse en aumentar la incertidumbre. En recetar más interrogantes que respuestas. Hace rato que Bachelet perdió la brújula.

La segunda es que Michelle Bachelet ha confiado demasiado en su encanto, en su liderazgo acogedor y posmoderno; y se dejó cautivar muy rápido con la idea de que el suyo sería un gobierno con un liderazgo femenino. Estupideces. El carisma sirve para competir y lograr el poder; pero una vez adquirido el poder, hay que juzgar por los códigos finales de la política, es decir, por los resultados. Bachelet debe comportarse como presidenta y no como candidata.

La tercera es que su gabinete se ha visto frágil. Como ejemplo: su primer Ministro del Interior era una persona digna y esforzada [sic], pero ya venía de vuelta. No tenía ningún incentivo para andar desvelado de lunes a domingo, para prever los conflictos, colocarse nervioso, venir en conocimiento de qué va la seguridad ciudadana y apresurar las cosas. Ya ni siquiera leía con mucho interés los informes de los técnicos, y en vez de eso prefería usar metáforas dudosas como la de "sensación térmica" para aludir a la sensación de inseguridad. Don Andrés Zaldívar Larraín no estaba para este oficio. De Don Belisario mejor ni hablar, no deseo tener replica de su cuñada y de Don Edmundo, bueno, bastante tiene con los socialistas, no lo criticaré yo. Ahora, el Ministerio de Educación, sus titulares, no han parecido ser Don Juan Gómez Millas. Este Ministerio tuvo la mala suerte de forcejear con un movimiento estudiantil que embobó y narcotizó el espíritu crítico a medio Chile, que de pronto vio en el movimiento secundario casi una experiencia milenarista. Luego llega Sor Yasna quien al igual que Andrés y Belisario encontró en el PS el camino de retorno hacia su hogar, pensar que si hubiera sancionado como debía ser a Traverso… Esperemos que la nueva ministra de el ancho.

La cuarta es que como suele acaecer cuando uno se cambia de casa, el cambio de gobierno mostró algunos restos de basura que el anterior inquilino había escondido bajo la alfombra. Dos o tres obras que se inauguraron estando a medio hacer, concesiones de cárceles atrasadas, y cosas así. Desgraciadamente en estos casos no cabe más que apretar los dientes y hacerse los lesos. Después de todo, el anterior inquilino también era de la Concertación.

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